
No siempre podemos estar contentos, también es importante dejar espacio a la tristeza. Kru me ha encontrado cabizbaja y triste, me ha dicho que no me preocupe, que es necesario estar triste, para más tarde coger impulso hacia la alegría. Que la tristeza tiene mucho poder y que por aquí en el planeta tierra, nos falta mucho por aprender sobre ella.
Me ha contado, que hay una especie de duende-monstruo llamado Monstruende que anda siempre cabizbajo y en raras ocasiones se le ha visto sonreír. Es silencioso e intenta pasar desapercibido, mimetizarse con el entorno y causar la menor negatividad posible. Pero hay días que no puede evitar su toxicidad, y a todo el que pasa a su lado le expulsa palabras y cuentos tremendamente tristes, consiguiendo apesadumbrar hasta al mismísimo monstruo Sonrisotas, el Carcajadas.
Kru me está contando que a la tristeza, en Linen, le llaman la “emoción silenciosa”. En su planeta, cuando están tristes, se recogen en si mismos, e intentan gastar el mínimo de energía para cuidarse hasta que se reponen y recomponen. Vaya, algo parecido a lo que hacemos por aquí. Ellos lo ven como algo sano, porque de esa manera se llegan a conocer más y si aprendes a hacerlo, es algo mágico.

Kru se viste su monstruosa sonrisa para contagiarse de ella cada día.
Otra cosa es el caso del Monstruende, que está todo el día triste, y eso termina siendo terriblemente dañino. Es capaz de convertir cualquier emoción en tristeza. Por más que se le ha ofrecido ayuda, nunca la quiere y al final termina estando más triste, creyendo que nadie quiere ayudarle. Agota su energía tristemente en pensamientos negativos, y anda todo el día cansado. Hasta las flores se cierran cuando pasa cerca...
Kru me ha dicho, que no me preocupe más por mi tristeza, que hay que estarlo para poder saber gestionarla de manera eficaz y aprender de las emociones, reconocer eso que sientes, aceptarlo y trabajar por cambiar el sentimiento que te hace daño, así cuando venga otra vez, ya no te pondrá tan triste por que sabrás que hacer con el. Me dice que es bueno llorar, respirar profundamente y estar un rato en silencio.
Así que me he puesto en posición “mirándome-pa-dentro”. He cazado ese pensamiento triste, lo he acariciado, nos hemos hecho super amigas y hemos terminado riéndonos juntas.
Ufffffff….Esto es otra cosa, ahora ya se como hacer cuando me pongo triste. No hay como que tus monstruos te enseñen a encontrar esas cosas feas que tenemos dentro y sacarlas hacia afuera de la mejor manera posible.