Somos mar


ESCRITO POR MONSTERS - MAYO 2020




Somos mar

Hoy ha sido un día raro para Zea, estaba muy enfadada, la verdad es que no la había visto así nunca. Parece ser que los monstruos también tienen días revueltos, días tristes, días en los que se enfadan y sacan a relucir sus colmillos de pega, aunque cuando están enfadados, creerme si digo que parecen de verdad…

Le he explicado, que a nosotros en la tierra, nos pasa lo mismo, que en ocasiones explotamos y nos enfadamos tanto, que damos miedo, incluso hay gente que se enfada con alguien para toda la vida. Hay personas que se ponen a gritar, otras a decir palabras muy feas...Cada uno de nosotros a nuestra manera y con nuestro estilo.

Me ha dicho que en Linen los enfados duran muy poco, incluso algunos monstruos no se enfadan jamás.

Se ha sentado a mi lado y me ha explicado cómo lo hace ella. Me parece que va a ayudarme a no sacar mis colmillos y espero que a vosotros también, porque he de confesar que en ocasiones mi mar se vuelve tempestad, con truenos, relámpagos y olas de 30 metros de altura. ¿Te salen a ti los colmillos cuando te enfadas?. 

Pues bien, Zea me ha contado que en Linen tienen técnicas milenarias que han pasado de generación en generación para que eso no ocurra.

¿Cómo?, ¿Jamás?, ¿Y cómo lo hacéis?

Me explica que tenemos emociones y cada uno de nosotros actuamos de formas diferente ante ellas. Somos como el mar, podemos convertirnos en uno embravecido con olas terribles como tsunamis, olas de marejada… o podemos ser un mar en calma. Lo que Zea hace, es navegar con su barquito, observar su mar, e incluso disfrutarlo.

Ella sabe que no es el barquito que sube y baja con las olas, sino el mar con sus olas que la mecen de un lugar a otro, aunque a veces se sienta fuertemente zarandeada por ellas. Entonces, respira bien hondo para oler su salitre y al exhalar el aire profundamente, la vela se hincha y el barquito navega avanzando hacia la tranquilidad.

Su abuela le decía, que cuando tuviera oleaje, lo surfeara, que cuando su mar fuera un plato de sopa, se tumbara en el barquito a echarse una siesta, y cuando llegaran grandes olas, se dejara mecer por ellas y disfrutara incluso de ese viaje, a pesar de que su larga melena se despeinara.

Y entonces es cuando ocurre la magia…al convertirnos en navegantes que no luchan contra el mar, incluso podemos disfrutar de todas las sensaciones que vivimos en ese preciso instante.

Así que...voy a respirar profundamente para oler el salitre de mi mar y al exhalar, mi barquito hinchara su vela y navegará a través del oleaje y disfrutaré de él hasta que llegue a la calma.

Me encanta el mar, ¿Y a tí?


ASÍ SOMOS

Zea

Zea

Doi

Doi

Kru

Kru

Mushu

Mushu