
Mushu es un explorador incansable, siempre anda de aquí para allá, y de allá para aquí, con su inseparable cámara. Le gusta capturar lugares y momentos, guardárselos dentro de su cajón de los recuerdos al que acude habitualmente para recordar todo tipo de momentos.
Tiene cientos de fotos. Yo las he visto. En ellas plasma lugares inquietantes, hermosos y olorosos…¡Si, sí! Su cámara es capaz de atrapar olores y transferirlos a las fotografías… ¡No os podéis ni imaginar que olor sale de su baúl! Se mezclan olores de todo tipo, desde el de un guiso exquisito, el de un riachuelo, e incluso el olor a sudor de algún monstruo que se ha olvidado ducharse durante días… Imaginar el olor…
Bueno, pues resulta ser que en su incursión exploradora de hoy por los alrededores de un pueblecito, se ha encontrado con algo que no entendía muy bien qué es lo que era. Pero de lo que si se ha dado cuenta, es que no le ha gustado nada, pero nada de nada. No pegaba con la decoración del entorno, de hecho le ha parecido totalmente fuera de lugar.
Por un momento, me ha contado que le había parecido un satélite estrellado. Luego ha pensado que era alguna especie de robot terrícola a medio construir. Incluso ha llegado a pensar que era alguna extraña nave. Pero no, al final se ha percatado de que en realidad era un montón de basura y chatarra que alguien olvidó desparramado en mitad del bosque. Se ha quedado alucinado y petrificado, porque no entendía nada.
Así, que cuando ha regresado, me ha enseñado la foto y me ha preguntado qué es lo que pasa en este planeta. Le he explicado que aquí, existen personas que no aman la Tierra y que bien poco les importa lo que pasa con ella... Que no son conscientes de que es finita y que tenemos que mimarla y cuidarla. No escuchan como se lamenta de dolor y como pide a ayuda gritos.
Le he explicado que es mucho más habitual de lo que puede llegar a parecer encontrar lugares así. Que incluso los humanos más pequeños de este planeta, son capaces de ensuciarlo sin prestarle excesivo caso. Sin embargo, también los hay que lo miman y cada día hacen algo por que no sufra tanto.

Nuestro planeta necesita respirar limpio y oír silencio.
No se entiende cómo en un mundo tan bonito, lleno de colores, lugares mágicos y olores increíbles, existen personas a las que no les importa dejar cosas que ya no quieren utilizar abandonadas en cualquier lugar, estropeando y contaminando aquello que nos rodea y nos da la vida.
Le ha horrorizado. Así que ha pensado colocar unas cuantas semillas de plantas de Linen, que espera que se engullan todas esa basura y la hagan desaparecer. Ojalá eso ocurra, porque si es así, repartiremos millones de ellas para recuperar nuestro planeta. Sería maravilloso. ¿Os lo imagináis?.
Yo ya le he dicho, que lo veo un poco complicado. Que digerir plástico puede atragantar a cualquiera. Y que por más que el hierro sea conveniente para que las plantas en la tierra crezcan, tal vez ese tipo de dieta consiga que a las plantas de Linen les crezcan piernas y salgan corriendo ante tamaño horror.
Mushu, está seguro de que hay muchas personas que aman la tierra, que pisan, y que además, entre todas pueden hacer que este mundo siga lleno de lugares increíblemente hermosos. Me ha advertido que tengamos cuidado, no nos vaya a pasar como en Linen, que se quedó tan solo con el blanco y el negro. Algún día tendrán que contarme que pasó allí, porque al parecer no fue nada demasiado divertido.
Así que se ha propuesto pensar en algo para que estas cosas no ocurran. Por ahora quiere hacerse selfies con las basuras que vaya encontrando. Buena forma para que nos demos cuenta de lo mucho que somos capaces de ensuciar nuestro maravilloso planeta, y de lo realmente importante que es cuidarlo.